Cuenta la leyenda que en una sesión de grabación en Mc Lemore Avenue a Steven Cropper se le ocurrió que podía quedar bien una versión del tema de los Stones, así que ni corto ni perezoso, bajó a la tienda de discos de al lado (sí, la Satellite Records Shop, que ya sabemos que fue el origen de TODO, para quien ande despistado en plena era de la info, dejémoslo en que esta pequeña tienda fue, ni más, ni menos, el embrión de la Stax, ahí es nada), subió, lo puso a todo trapo, sacó la letra y lo grabó con Otis y compañía. Según el mismo Steve (que aún anda por ahí dando vueltas con la franquicia Blues Brothers) el bueno de Otis no conocía la canción. Pero eso poco importa porque la eleva a un nivel supremo, la tritura hasta hacerla suya (satisfashion) como siempre conseguía cuando se metía en cancionero ajeno (rápido, entrad ipso facto al youtube y elegid cualquier versión de su/nuestro amado Sam Cooke, desde Cupid hasta Wonderful World y comprobaréis lo que digo) y nos deja para siempre un clásico incontestable e intemporal.
¿Un tipo normal capaz de hacer versiones así? |
En este libro de entrevistas (compradlo, souleros y souleras del alma) la Viuda Zelma dice que no sabe si su marido conocía o no la canción pero que, como siempre y como ya he dicho y es que es un hecho innegable (ahora ya habéis hecho la prueba del algodón con el youtube), el tipo conseguía que sus versiones sonaran originales, las dotaba de un sentimiento distinto (palabra de Zelma). Puro Otis ¿y qué mejor manera de empezar el año con (quizá) el más Grande? Subid el volumen como debió hacer Steve aquel día, no os arrepentiréis:
Las imágenes y el vídeo se han encontrado en Google y se ponen para dar colorido, nada más. Sus derechos están reservados por sus creadores y/o propietarios.
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