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17/1/16

Fresh (1973)


Auténtico testamento de un visionario este álbum desprende un sonido asombrosamente actual. No me cabe duda que en estos días de posmodernidad caracterizada en muchas de sus propuestas artísticas por su eclecticismo, podríamos entrar en un garito cualquiera de estos diseñados con estilo (aire un tanto retro, iluminación cálida, sillones confortables, carta de cervezas artesanales e infusiones varias) y descubrirnos escuchando de fondo las notas de cualquier tema de este oscuro larga duración que ya casi ha alcanzado estatus de obra de culto.  Sly, en plena desintegración personal y de la banda que le acompañó en su mestizaje de la psicodelia negra con el hippismo blanco -a la deserción del batería original Greg Errico producida tras el histórico "There's a Riot goin' on" (1971) se acababa de unir otra muy importante, la del bajista Larry Graham- fue capaz de seguir profundizando en la línea marcada por su anterior -e histórico- trabajo citado, a la par que, cada vez con mayor hincapié, desarrollaba un sonido personal e individualista  a través de un control creativo absoluto sobre la concepción, grabación y post-producción, rematado por su capacidad de multi-instrumentista, circunstancia que, por una parte, le permitía grabar, regrabar y experimentar con las mezclas de tal modo que acababa por ejercer aún mayor dominio sobre el resultado final -en aquel tiempo siempre anticipatorio y original-, y, por la otra, deparó una curiosa situación con este disco. Sony re-editó este trabajo a principios de los 90 con tomas alternativas de casi todas las canciones que lo componían, al parecer por error, dando lugar a la existencia en el mercado de dos versiones de esta excelente muestra de los prodigios del genio de Sly.




A partir de aquí, la vida no será la misma para Sly Stone que incapaz de remontar el vuelo y mantener tan tamaña capacidad creativa continúa con su conducta vital errática, acuciada por el abuso de ciertas sustancias, que le impide redondear otro trabajo que ni tan siquiera se acerque a este formidable disco: negro y profundo, oscuro a la par que fresco y moderno. Una obra imprescindible de uno de los alumbradores del gran crisol de la música negra, un tipo que supo aunar las urgencias rítmicas más negroides con la espiritualidad blanca de una época (¡¿Funk'n'Soul y Hippie...pero esto que es?! ¡¿una banda conformada por blancos, negros, mujeres y hombres?!) pero que no por ello deja su música anclada en ese momento concreto, sino que sus creaciones gozan de una vigorosa modernidad, siendo este álbum el que, probablemente, mejor lo demuestra. Pueden hacerse inmediatamente con una copia de la edición remasterizada en cd editada por Epic en el año 2007 que incluía tomas alternativas de algunas canciones, aunque siempre pueden introducirse en el universo de Sly con su imprescindible Greatest Hits publicado originalmente en 1970 tras el arrollador paso de la banda por Woodstock, aunque, lógicamente, no recoge ninguna canción de este Fresh, un álbum situado un par de peldaños por debajo de otros anteriores de Sly pero que sigue sonando tan fresco como cuando vio la luz hace ya más de cuarenta años.




Vídeo e imágenes encontrados con Google y utilizados con fin ilustrativo. Sus derechos están reservados por sus titulares.

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